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abril 1, 2025
4 semanas ago
En el fútbol americano universitario mexicano, el 2024 dejó una historia que marcó diferencia. Gael Arévalo, receptor de los Zorros CETYS, fue el jugador que, con esfuerzo y talento, transformó su temporada debut en una hazaña. Reconocido como Novato del Año en la Conferencia Nacional, su impacto no solo se sintió en el campo, sino también en la historia del equipo y su ciudad natal, Mexicali.
La pasión de Gael por el fútbol americano tiene raíces profundas en su familia. Desde los 4 años, inspirado por su hermano mayor, quien jugaba para los Guardias Presidenciales, decidió probar suerte en el flag football, aunque al principio no lo disfrutaba. «No me gustaba jugar, pero lo que me atrapó fue la competitividad del deporte. Eso es lo que realmente me hizo seguir adelante», comparte. Durante su trayectoria, siempre jugó como receptor, aunque en la preparatoria tuvo que adaptarse para ser quarterback durante tres años en el equipo Zorros. «Disfruté jugar como QB, pero siempre me gustó más ser receptor. Cuando mi equipo no tenía un quarterback, decidieron colocarme ahí, pero mi corazón estaba en otra posición», explica con honestidad.
Al concluir su etapa en la preparatoria, Gael recibió ofertas de programas de alto nivel, como el Tec de Monterrey en sus campus Ciudad de México y Estado de México. A pesar de estas oportunidades, decidió quedarse en CETYS por una razón poderosa: su familia y el deseo de hacer historia en casa. «Mi padre me convenció de quedarme. Me dijo que podía lograr algo grande aquí, y ganar el campeonato nacional y ascender a los 14 Grandes fue la mejor decisión que pude tomar», asegura con orgullo.
Aunque comenzó en CETYS como quarterback, Gael sabía que su verdadera fortaleza estaba como receptor. Después de una conversación con su entrenador, logró que lo dejaran volver a su posición original. «El coach no estaba convencido al principio, pero logramos que funcionara. Fue un honor para mí tener esa responsabilidad y que mis compañeros confiaran en mí», relata. Esa decisión fue clave. Gael no solo contribuyó al éxito del equipo, sino que se consolidó como una de las piezas más importantes del ataque, culminando su temporada con el reconocimiento como Novato del Año. «Algún día soñé con jugar a este nivel. Este premio es una meta lograda, pero no me quedo satisfecho. Este año vamos por más», afirma con determinación.
Gael destaca que su mentalidad y preparación fueron los factores que le permitieron rendir a un nivel tan alto en su temporada debut. «Tuve que cambiar mi mentalidad por completo. Hubo días en los que dudé si podría dar el ancho, pero cambié mi rutina y enfoqué mi trabajo en mejorar. Estudié a mis rivales, sus movimientos, cómo se posicionaban, y eso me ayudó mucho», explica. Además, atribuye su crecimiento al apoyo constante de su familia y al trabajo colectivo de sus compañeros.
El éxito de los Zorros no habría sido posible sin la unión del equipo, algo que Gael considera clave en el ascenso a los 14 Grandes. «Con mi quarterback tengo una relación tanto dentro como fuera del campo. Entrenamos juntos, platicamos sobre cómo mejorar y siempre buscamos formas de fortalecer nuestra conexión. La ofensiva es muy unida, y eso nos ayudó a rendir al máximo», comenta. La mentalidad del equipo también fue un factor crucial. «Antes de cada partido, nos reuníamos para hablar de nuestras metas. Cada juego representaba un nuevo objetivo, y esa hermandad dentro del equipo fue lo que nos llevó tan lejos», señala.
Ahora, con el reto de competir en la máxima categoría del fútbol americano universitario, Gael sabe que la preparación debe ser aún más intensa. «El nivel de exigencia va a aumentar, así que mi mentalidad, esfuerzo y preparación tienen que estar a la altura. Estoy listo para este nuevo desafío», asegura. También subraya que para el equipo será fundamental mantener la disciplina, ser más fuertes física y mentalmente, y aprender a disfrutar el proceso de transición de la Liga Nacional a los 14 Grandes.
Para Gael, su éxito no solo representa un logro personal, sino también un paso adelante para CETYS y para Mexicali. «Es la primera vez en la historia de CETYS que jugamos en este nivel, y eso significa mucho. Estamos haciendo historia, pero aún queda mucho por lograr. Este año, vamos por más», concluye con determinación.
Gael Arévalo no solo es una promesa del fútbol americano universitario; es una muestra de cómo el trabajo duro, el talento y la mentalidad adecuada pueden romper barreras y abrir puertas hacia la grandeza. Su historia apenas comienza, pero todo apunta a que lo mejor está por venir.
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